Solo hoy les voy a contar lo que sucedia en los confines de nuestro paraiso
nuestro paraiso perdido
Era Lilith la esposa de Adán
(la Alcoba del Edén está en flor)
ni una gota de sangre en sus venas era humana,
pero ella era como una suave y dulce mujer.
Lilith estaba en los confines del Paraíso;
(y ¡Oh, la alcoba de la hora!)
Ella fue la primera desde allí conducida,
con Ella estaba el infierno y con Eva el cielo.
Al oído de la serpiente dijo Lilith:
(la Alcoba del Edén está en flor)
A tí acudo cuando lo demás ha pasado;
yo era una serpiente cuando tú eras mi amante.
Yo era la serpiente más hermosa del Edén;
(Y, ¡Oh, la alcoba y la hora!)
Por voluntad de la Tierra, nuevo rostro y forma,
me hicieron esposa de la nueva criatura terrenal.
Tómame, ya que vengo de Adán:
(la Alcoba del Edén está en flor)
Una vez más mi amor te subyugará,
lo pasado es pasado, y yo acudo a tí.
Oh, pero Adán era vasallo de Lilith!
(Y, ¡Oh, la Alcoba de la hora!)
Todas las hebras de mi cabello son doradas,
y en esa red fue atrapado su corazón.
Oh, y Lilith fue la reina de Adan!
(la Alcoba del Edén está en flor)
Día y noche siempre unidos,
mi aliento sacudía su alma como a una pluma.
Cuántas alegrías tuvieron Adan y Lilith!
(Y, ¡Oh, la Alcoba de la hora!)
Dulces íntimos anillos del abrazo de serpiente,
al yacer dos corazones que suspiran y anhelan.
Qué niños resplandecientes tuvieron Adan y Lilith;
(la Alcoba del Edén está en flor)
Formas que se enroscaban en los bosques y las aguas,
hijos relucientes y radiantes hijas.
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